Eufórico inicio de la marihuana recreativa en California

Eufórico inicio de la marihuana recreativa en California

El día ha llegado, la venta y  consumo legal de marihuana recreativa en California es todo un hecho. Este primero de Enero, el estado más poblado de los Estados Unidos, tras ser pionero de la marihuana medicinal desde 1996, se ha convertido en el mayor mercader de cannanis del mundo.

«Estamos muy emocionados, y un poco nerviosos también. Hay tres veces más gente de lo normal», cuenta Nicole Salisbury, de 35 años, propietaria de la tienda de marihuana Green Pearl Organics en Desert Hot Springs. 

Se trata del primer día de venta y de consumo legal de la marihuana recreativa en California, el estado más poblado del país que, tras ser pionero de la marihuana medicinal desde 1996, se ha convertido en el mayor mercado mundial legal de la famosa hoja estrellada.

Desde hace varias semanas, el teléfono de Nicole no deja de sonar. Personas de otros estados llaman a decir que van de vacaciones a California y preguntan si hay marihuana recreativa para la venta, según cuenta Nicole.

Ocho estados estadounidenses, entre ellos Colorado, el estado de Washington y la capital, han legalizado ya la planta, que sigue siendo ilegal a nivel federal.Este lunes, en todas las partes del «Estado de Oro» los amantes de la marihuana hacían fila en los dispensarios abiertos y habilitados para vender la planta con fines recreativos.

Aunque un número relativamente pequeño de negocios empezaron a vender marihuana el lunes, se esperaba que muchos más se unan en los próximos días y semanas. El estado ha emitido docenas de permisos para que los minoristas comiencen las ventas recreativas esta semana, expandiendo un mercado que se espera que crezca a $ 7 mil millones anuales para el 2020.

Los dispensarios están en función desde la mañana informando a los clientes sobre los diferentes productos (concentrados, comestibles, flores de cannabis calmantes, euforizantes, entre otros…). 

Tras una mañana tranquila, como suele ser habitual al día siguiente de las fiestas, la tienda a mediodía está llena y los stocks de comestibles comienzan a escasear. 

Ahora para comprar cannabis solo hay que tener más de 21 años y mostrar un permiso de conducir o un carnet de identidad, aunque sea de un estado donde esté prohibido; y los clientes parten con una bolsa blanca sellada.

«Todo el mundo sale ganando» 

En la sala de espera de los lugares autorizados, se codean hombres y mujeres de todas las edades, muchos de ellos ciudadanos de esta región del desierto californiano, situada a dos horas de Los Ángeles. 

«Es genial no tener que consultar a un médico», se alegra Andrew Jennings, un texano de 32 años, que explica que en su estado de origen «no existe ni un solo sitio para comprar cannabis legalmente, con o sin permiso medicinal».

«Mucha gente cree que consumir marihuana es quedarse en un sillón viendo televisión, pero según la variedad y la intensidad consumida, puede aumentar la concentración», afirma este barbudo sonriente en pantalones cortos que hace la cola acompañado por su novia, profesora de yoga.

«Entiendo que algunos piensen que es peligrosa, pero si se vende alcohol en este país, entonces se puede vender legalmente marihuana. Además, eso aporta ingresos fiscales. Nosotros conseguimos buena marihuana que ha sido probada, todo el mundo sale ganando», señala.

Christina, una terapeuta de 50 años, ha venido para probar los aceites de cannabis, esperando a que le ayuden a mejorar su equilibrio hormonal y a calmar su ansiedad.

California espera convertirse en un destino para enamorados o curiosos de la hierba procedentes de todo el mundo. Muchos emprendedores compran almacenes para cultivar, como Nicole Salisbury, que cultiva sus plantas en la parte trasera de la tienda mientras trabaja para una red de agricultores.

El ayuntamiento, e incluso la policía, se muestran favorables a esta industria en pleno auge que, según el gabinete de estudios Arcview, debería aportar 5.800 millones de dólares de aquí a 2021 en California.

Para los dueños de dispensarios en California, que abrieron sus tiendas hace años, la legalización llega junto a una victoria personal: no les avergüenza lo que hacen en su vida, el cannabis es cada vez más aceptado socialmente y las personas están aprendiendo a utilizar con responsabilidad las propiedades de esta maravillosa planta.

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