Cada vez más personas mayores en Estados Unidos acuden a la planta de marihuana para tratar sus enfermedades creando una tendencia de consumo que crece con rapidez y abre camino a la legalización en varios estados.
Llegan los años, los dolores, las molestias, el insomnio, la angustia y con esto también los fármacos, las pastillas y la interminable lista de píldoras que curan los efectos adversos de las otras.
Los productos a base de marihuana o genéticas medicinales con alto contenido de CBD proporcionan alivio para varias dolencias sin tener los efectos psicoactivos normalmente atribuidos a la sustancia. Según varios estudios, la tercera edad es la franja de la población usuaria de cannabis que más crece en Estados Unidos. Si la tendencia continúa podrían superar a los más jóvenes en términos de consumo.
Medicina natural
En California, uno de los 29 estados donde la marihuana terapéutica es legal, la industria proyecta que el negocio llegará a 6.500 millones de dólares para 2020.
Los expertos consideran que la gente mayor está recurriendo a la hierba para tratar una serie de dolencias, desde la artritis hasta la neuropatía, el insomnio y el dolor crónico, y para evitar los efectos secundarios asociados con los medicamentos recetados, incluidos los opiáceos.
«Algunos ancianos toman 20 pastillas diferentes al día y muchas veces estas drogas tienen un impacto negativo», destacó Beverly Potter, autora de «Cannabis for Seniors», un libro que ayuda a los ancianos a entender este nuevo mercado.
Los médicos creen firmemente en el cannabis como alternativa a los analgésicos tradicionales o los medicamentos para dormir, que pueden dejar a los pacientes con adicción y graves efectos secundarios.
«Comienza con poco y ve despacio» es el consejo que Potter da a los interesados en consumir. «No se trata de drogarse, sino de aprender a estudiar tu cuerpo».
Los efectos de la marihuana terapéutica varían si se trata de un producto comestible como galletas, gomitas, o una crema.
Estigma
Barbara Blaser, jefa de servicios médicos de un dispensario en el norte de California, explicó que sus clientes no están tratando de recuperar la juventud sino de ganar calidad de vida.
«Me dicen: ‘Solo quiero poder trabajar en el jardín sin que me duelan las rodillas'», indicó la enfermera de 72 años y 50 de experiencia, que empezó a consumir tras una seria enfermedad y terminó siendo una activista. «Si se usa adecuadamente, puede cambiar tu vida».
A medida que vaya cayendo el estigma social sobre la marihuana, más será la aceptación social y se convertirá en alternativa natural y segura. Los mayores de 60 son responsables con el consumo y saben que si eligen la cantidad y la genética indicada no tendrán un viaje intenso psicoactivo sino una sensación de alivio general proveniente de una planta que crece de la tierra y beneficiará a muchos.
Cultura y legalización
“La generación del baby boom creció durante un período de cambios culturales significativos, incluyendo un aumento en la popularidad de la marihuana en los años 60 y 70. Ahora estamos en una nueva era de actitudes cambiantes en torno a la marihuana y, a medida que el estigma disminuye y el acceso mejora, parece que los baby boomers, muchos de los cuales tienen experiencia fumando marihuana, la usan cada vez más”, afirmó Eurek Alert Benjamin Han profesor de la División de Medicina Geriátrica y Cuidados Paliativos del Departamento de Medicina de Salud Poblacional de la Universidad de Nueva York.
Un estudio publicado en la revista Drug and Alcohol Dependence sugiere que un número creciente de adultos de mediana edad y adultos mayores consumen marihuana, y la usan mucho.
El análisis proviene de datos recopilados en la Encuesta Nacional sobre el uso y la salud de las drogas y confirma que alrededor del 15 por ciento de los adultos estadounidenses entre 50 y 64 años consumen marihuana y alrededor del 5 por ciento de las personas mayores de 65 años usaron la planta como medicina en los últimos años.
A medida que las leyes sobre el uso de la marihuana se vuelven más permisivas en muchos estados de la nación, más estadounidenses de todas las edades parecen estar probando la droga, algunos para recreación y otros con la esperanza de aliviar las dolencias físicas. Casi un cuarto de los estadounidenses mayores de 65 años consumidores ocasionales de marihuana dijeron que habían obtenido el visto bueno de sus médicos.
Los que fumaban desde sus años más jóvenes deben tener en cuenta que el cuerpo no recibirá la sustancia de la misma manera y que tal vez el humo de un porro o un bong no sea la mejor idea.
Si quiere darle a probar a sus abuelos entienda que es un proceso lento, empezar con productos derivados como pomadas o gotas puede ser una gran idea.
Vía: npr.org –
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