Descripción
Morfología
Blue Hash desarrolla plantas robustas y tupidas con hojas dentadas. Su tamaño dependerá de las condiciones generales del cultivo (maceta, sustrato, método de cultivo, etc.) y de lo que se proponga el cannabicultor. Si en exterior se lleva al máximo puede alcanzar una envergadura de hasta 3 metros pero, si disponemos de poco espacio en interior, se puede cultivar en una maceta no muy grande y su tamaño será mucho más reducido. Su genética Blue aporta gran belleza y al final de la floración, si está expuesta a bajas temperaturas durante la noche, mostrará todo su esplendor con una bonita gama de colores púrpuras y violetas.
Producción
Si hablamos de producción, Blue Hash es una variedad de marihuana que no deja descontento a nadie. El rendimiento es más que satisfactorio, 475 g/m2 en interior y 1100 g/planta en exterior. Y además no se trata de cualquier cosa… Cuando entre principios y mediados de octubre las plantas ya están listas para cosechar en exterior se empieza a intuir lo que nos espera. Pero cuando se empieza a cosechar los ojos del cannabicultor centellean de emoción ante unos cogollos densos y compactos cubiertos por una rica capa de tricomas con los que se pueden hacer unas extracciones y un hachís de la mejor calidad.
Aromas y Sabores
Blue Hash muestra a nivel organoléptico los típicos rasgos de las genéticas afganas puras. En este caso este híbrido cannábico acompaña el intenso aroma a hachís con notas a tierra y a frutos del bosque lo que lo hace todavía más rico y singular.
Efectos
Blue Hash presenta un nivel de THC entre un 12 y un 16%, lo que provoca un efecto potente y duradero, muy relajante, al más puro estilo Indica. Nada más iniciar la cata, una tranquilizadora sensación corporal te envuelve y te deja en un estado que llama al reposo y al sosiego. Es también una planta de marihuana apta para uso terapéutico con buenos resultados para atenuar los síntomas de la anorexia y de los dolores musculares. ¡Sin duda una joya Indica que no puede faltar en tu colección!
Cultivo
Blue Hash es una auténtica bestia, y esté donde esté saldrá victoriosa. Es una superviviente que se puede cultivar con total tranquilidad en las montañas o bajo climas hostiles debido a su extraordinaria capacidad para soportar el frío y la humedad, hecho no muy habitual en las variedades Indica. Es tan dura que cualquiera puede cultivarla, incluso puede ser una opción muy satisfactoria y positiva como primera experiencia de cultivo.
Es importante tener en cuenta que no es muy glotona y que hay que fertilizar en su justa medida, sin pasarse. Con un riego y una alimentación básicos es suficiente para que muestre sin ninguna vergüenza todo su potencial. En resumidas cuentas, es una opción de cultivo muy recomendada en situaciones desfavorables, tanto climatológicas como a nivel de experiencia. Crece rápido y el resultado es excelente. ¿Qué más se puede pedir?